Vivimos en una sociedad abstracta, llena de espejismos superficiales donde  a veces tenemos que cerrar los ojos para ver mejor.  Hay muchas teorías sobre el comportamiento humano y cómo funciona el mundo y me pregunto; ¿Para qué? ... qué complicado es entender que aquí no hay nada que entender, qué difícil es basar nuestras decisiones en nuestro propio criterio, sin ser influenciados o quizás manipulados por las masas populistas.

-No todo está perdido- pensé cuando me encontré desnudo y casi primitivo en medio de las heladas y las cenizas. A lo largo de mi carrera como pintor y escultor realista, siempre noté que algo faltaba en mi trabajo, a pesar de los altísimos resultados en cuanto a técnica y ejecución ... siempre estaba presente un vacío inexplicable  empujando mi espalda como si quisiera decir algo.  Fue en mayo de 2017 en París cuando encontré las preguntas para las respuestas que ya tenía flotando en mi cabeza durante no sé cuánto tiempo.  Fue en el Museo de Arte Moderno de París cuando me encontré con Karel Appel y su movimiento CoBrA, después de ese día todo cambió para siempre.

Hoy soy un creador que trabaja con los ojos cerrados, introspectivamente, sin miedo, sin vergüenza, simplemente tratando de reencontrarme con el niño que nunca fui.  

-La vida como el arte no es una ciencia-